viernes, 2 de julio de 2010

H. NAT. DE LA ENF. ESOFAGO DE BARRETT

El esófago de Barrett, también llamado síndrome de Barrett se refiere a un cambio anormal de las células de la porción terminal del esófago, es decir, una metaplasia, que puede ser el resultado de lesiones por exposición al ácido estomacal o por esofagitis de reflujo. El esófago de Barrett está presente en un 10% de pacientes que buscan atención médica por reflujo gastroesofágico. Se considera un trastorno pre-maligno, por estar asociado a un mayor riesgo de cáncer del esófago

AGENTE:
La pirosis y la regurgitación ácida más de una vez por semana son factores pronósticos independientes de esófago de Barret (EB).
Reflujo gastroesofágico (ERGE) durante largo tiempo.

HUESPED:
El EB se presenta en hasta 10% de los pacientes con RGE crónico y éste se presenta con una frecuencia estimada de entre 20 y 40% de la población.

El EB es más frecuente en el sexo masculino y la edad media al diagnóstico es de 60 años aproximadamente. Se ha descrito también asociación familiar.
La relación con Adenocarcinoma Esofágico se analizará luego.

DIAGNOSTICO:

El diagnóstico precoz de esta alteración es fundamental y se basa en la sospecha clínica; en otras palabras, todo paciente con problema constante de reflujo gastroesofágico o con antecedentes familiares de padecimientos en este segmento del tubo digestivo, sobre todo si tiene 50 años o más, podría desarrollar esófago de Barrett y, por ende, es recomendable que se someta a evaluación.

La observación del esófago se realiza mediante endoscopio, un dispositivo médico que se inserta a través de la boca y que consiste en una cámara diminuta montada sobre un tubo flexible. Dicho sistema también permite obtener pequeña muestra de tejido esofágico para que sea analizada en laboratorio (esofagoscopia con biopsia) y determinar la gravedad del caso. Es muy probable que el gastroenterólogo solicite al paciente no comer ni beber antes de realizar dicha prueba.

TRATAMIENTO:
El tratamiento del esófago de Barrett sin displasia o con displasia de bajo grado es el del reflujo gastroesofágico grave; es decir, inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, lansoprazol). Cuando se ha confirmado la presencia de displasia de alto grado, el tratamiento ha de ser la resección esofágica. De hecho, hasta en la mitad de los pacientes se encuentra un carcinoma cuando se realiza la esofagectomía. En todos los pacientes con esófago de Barrett se debe hacer seguimiento evolutivo con endoscopias periódicas: cada 12 meses si hay displasia de bajo grado y cada 24 meses si no hay displasia.

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