viernes, 2 de julio de 2010

H. NAT. DE LA ENF. REFLUJO GASTROESOFAGICO

¿Qué es el reflujo gastroesofágico?

El reflujo gastroesofágico es un trastorno en el que el esfínter esofágico inferior (anillo muscular situado en la zona inferior del esófago) está anormalmente relajado y permite que el contenido ácido del estómago refluya (ascienda) hasta el esófago. También puede producir ardor de estómago.

El reflujo gastroesofágico es una afección común. Es la causa más frecuente de dispepsia (trastorno digestivo)

¿Qué es la esofagitis?

La esofagitis es la inflamación de la mucosa (revestimiento interior) del esófago. Está producida por episodios repetidos de reflujo gastroesofágico.



AGENTE:

Regurgitaciones y vómitos
Desnutrición (en algunos pacientes)
Síntomas derivados de la esofagitis: pirosis, dolor retro-estemal, disfagia y hemorragia digestiva; en lactantes se ha propuesto que la irritabilidad y el rechazo de la alimentación pudieran considerarse como equivalentes a los otros síntomas nombrados
Síntomas respiratorios: neumonías recurrentes por aspiración, tos crónica, asma bronquial, crisis de apnea obstructiva
Misceláneas: hipo, síndrome de Sandifer.

HUESPED:
Humano
Afecta a todas las edades
Embarazo
sobrepeso
estreñimiento

PROMOCION DE LA SALUD:
- Evitar las bebidas alcohólicas y las comidas condimentadas, grasosas o ácidas que
desencadenan la acidez
- Comer menos porciones en las comidas
- No comer antes de acostarse
- Perder peso, cuando es necesario
- Vestir con ropa holgada


DIAGNOSTICO:

Depende de los síntomas, sin embargo es posible la objetivización médica de la patología por medio de algunos estudios.

La esofagogastroduodenoscopia es el examen más utilizado para el diagnóstico de reflujo gastroesofágico. Puede detectar lesiones en la mucosa esofágica como erosiones y úlceras que son producidas por el reflujo gastroesofágico. Al encontrarlas se puede diagnosticar una esofagitis por reflujo gastroesofágico. También puede diagnosticar la hernia hiatal que predispone al reflujo. Es posible y frecuente que este estudio sea normal en un paciente con RGE. Cuando hay reflujo y no se encuentran erosiones se suele clasificar como enfermedad por relujo gastroesofágico no erosiva.

La medición de pH de 24 horas es un estudio en el que, como su nombre lo indica, se monitoriza por medio de una sonda en el esófago el pH del esófago. El paciente anota cuando tiene síntomas y el estudio es leído posteriormente por el médico. Con frecuencia, los síntomas se asocian a los episodios de reflujo (medición más baja del pH) pero esto no siempre ocurre.

Otro estudio utilizado es la manometría esofágica, en el cual se mide la presión del EEI y la movilidad del esófago asociada a la ingesta de líquidos.

Otro estudio más avanzado es la impedanciometría en la cual se mide la presencia de líquidos en el esófago. Es de particular utilidad cuando el reflujo es de sustancias no ácidas (que tienen un pH alto) pero que producen síntomas, como la pepsina y los ácidos biliares. El principio se basa en medir las diferencias de conductividad eléctrica en el esófago distal provocadas por la presencia de líquido en la luz del mismo, por tanto no depende del pH del líquido asociado al reflujo.

TRATAMIENTO:

Actualmente el tratamiento del reflujo se basa en la supresión del ácido provocado en el estómago. Los medicamentos que han mostrado ser efectivos son los inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol, el lansoprazol, el pantoprazol, el rabeprazol y el esomeprazol.
Los síntomas de la esofagitis erosiva característica de ciertos estudios avanzados del reflujo gastroesofágico tienden a recurrir en más del 80% de los pacientes antes de los 6 meses después de descontinuar la administración de inhibidores de la bomba de protones.
Por esa razón, puede que sea necesaria una terapia de mantenimiento a largo plazo con una dosis completa o a mitad de la dosis para inhibir la recurrencia u otras complicaciones de la enfermedad.

Otros medicamentos como los bloqueadores de los receptores de histamina 2 (cimetidina, famotidina, nizatidina, ranitidina) y los promotílicos como la metoclopramida y la domperidona no son tan efectivos en el tratamiento de esta patología.

En episodios de reflujo no ácido, el tratamiento supresor del ácido no tiene utilidad, se deben usar promotílicos y algunos antidepresivos, desgraciadamente este tipo de reflujo suele tener peor respuesta al tratamiento.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TRATARLO A TIEMPO?
El reflujo puede derivar en una enfermedad mucho más complicada que se
llama esófago de Barrett, anomalía que muchas veces requiere de cirugía y que es la antesala al cáncer de esófago.

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